Factura proforma: qué es y para qué sirve

21/5/25

Gestión financiera

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La factura proforma es un documento utilizado en el ámbito comercial que, a pesar de su similitud con una factura oficial, no tiene la misma validez fiscal. En este artículo, profundizaremos en el concepto de la factura proforma, su utilidad en el mundo empresarial, los casos específicos en los que es recomendable su uso, y las diferencias con otros documentos, como el presupuesto y la factura definitiva. Además, explicaremos cómo elaborar una factura proforma que sea clara, detallada y útil para su destinatario.

¿Qué es una factura proforma y para qué sirve?

Una factura proforma es un documento emitido por una empresa para ofrecer una descripción detallada de los productos o servicios que se van a proporcionar al cliente. A diferencia de una factura definitiva, la proforma no tiene efectos fiscales o contables, es decir, no se registra como una venta ni genera ninguna obligación de pago inmediata. Es, más bien, una especie de oferta comercial formal que puede ayudar a iniciar la negociación o formalizar un acuerdo previo entre proveedor y cliente.

La finalidad de este tipo de factura es la de informar al cliente sobre los términos de una futura transacción, como los precios, el plazo de entrega, las condiciones de pago y otros detalles comerciales. Sirve como base para que el cliente evalúe la oferta y decida si proceder con el pedido o no.

Entre las utilidades más comunes de la factura proforma destacan:

  • Proporcionar una oferta detallada: El cliente conoce el coste total y las condiciones de la transacción.
  • Facilitar la aprobación interna en empresas: Sirve como un documento preliminar que puede ser revisado antes de comprometerse oficialmente.
  • Gestionar formalidades de aduanas y exportación: La factura proforma se usa habitualmente en comercio internacional como referencia para el valor de los productos en aduanas.

¿Qué validez tiene una factura proforma?

La factura proforma no posee una validez legal o fiscal, lo que significa que no puede ser utilizada para deducir impuestos ni para exigir el pago al cliente. Sin embargo, tiene un valor informativo importante, ya que establece los términos comerciales de una operación y refleja la intención de una futura venta.

No obstante, en el ámbito de las transacciones comerciales, suele ser una herramienta vinculante desde el punto de vista comercial. Aunque no obligue al cliente al pago inmediato, los términos propuestos en una proforma pueden, en ocasiones, ser considerados como base de un acuerdo preliminar.

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Supuestos de uso de la factura proforma

Existen diversas circunstancias en las que una factura proforma resulta conveniente, tanto en operaciones nacionales como internacionales. Algunos de los principales supuestos de uso son:

  • Exportación de mercancías: En transacciones internacionales, la proforma ayuda a cumplir requisitos aduaneros y estimar el valor de las mercancías antes de formalizar el contrato.
  • Presentación de una oferta de precio: Es común en sectores donde se necesita proporcionar al cliente un documento con precios y condiciones de venta antes de realizar la transacción.
  • Solicitud de financiación o presupuesto: Algunas instituciones financieras pueden solicitar la proforma para evaluar un préstamo o financiación basado en una futura compra.
  • Negociación de términos comerciales: Es útil para negociar condiciones de pago, descuentos y plazos de entrega con el cliente antes de emitir una factura final.

Contenido de la factura proforma

Para que una factura proforma sea efectiva, debe contener una serie de elementos que describan la operación de manera precisa. Aunque no tiene un formato oficial, es recomendable incluir los siguientes detalles:

  • Datos del emisor y receptor: Razón social, domicilio fiscal, y número de identificación fiscal de ambas partes.
  • Descripción detallada de los bienes o servicios: Debe incluir el nombre, características, cantidad y valor de cada ítem ofrecido.
  • Precio unitario y total: Incluir tanto los precios individuales como el importe total de la oferta.
  • Condiciones de pago: Plazos, modalidades y términos de pago, de acuerdo a lo pactado.
  • Plazo de entrega o de ejecución del servicio: Especificar los tiempos y métodos de entrega.
  • Impuestos aplicables: Aunque no tiene efecto fiscal, es común indicar los impuestos para dar una idea del coste total.
  • Observaciones adicionales: Cualquier nota relevante sobre la transacción, como cláusulas de garantía o políticas de devolución.

La factura proforma modelo debe incluir todos estos puntos para asegurar que tanto el cliente como la empresa tengan una base clara de los términos comerciales de la operación.

Diferencia entre la factura proforma y un presupuesto

Tanto la factura proforma como el presupuesto proforma son documentos informativos que se utilizan en fases previas a una transacción definitiva, pero existen diferencias importantes entre ambos.

  • Formalidad del documento: La factura proforma tiene un formato más formal y detallado en comparación con el presupuesto. En muchos casos, se considera como una pre-factura.
  • Nivel de detalle: La proforma suele ser más exhaustiva en la descripción de los productos y servicios y en las condiciones de venta, mientras que el presupuesto puede ser una estimación más genérica.
  • Usos específicos: La proforma es más común en transacciones comerciales internacionales y en procesos de importación/exportación, mientras que el presupuesto es más usado en servicios nacionales o ventas simples.

Ambos documentos pueden coexistir en una empresa, pero la elección entre uno y otro depende de la formalidad y precisión que requiera el cliente en cada situación.

Cómo hacer una factura proforma

Elaborar una factura proforma es un proceso que se basa en el detalle y la claridad. A continuación, mostramos un paso a paso sobre cómo estructurar este tipo de documento:

  • Encabezado y título: Incluir el título de "Factura Proforma" en la parte superior del documento para que el destinatario reconozca su carácter informativo.
  • Datos fiscales del emisor y receptor: Como en una factura ordinaria, debe incluir la información completa de ambas partes.
  • Número de la proforma: Asignar un número para identificarla en caso de que haya varias propuestas similares.
  • Descripción de los productos o servicios: Incluir el nombre, cantidad y precio de cada ítem.
  • Condiciones y términos de pago: Detallar las formas y plazos de pago acordados.
  • Impuestos aplicables: Añadir el desglose de impuestos, aunque sin efecto fiscal, para dar una idea clara del total.
  • Firma del emisor: Aunque no es obligatorio, una firma puede darle mayor formalidad.

Es recomendable seguir una factura proforma ejemplo que incluya estos detalles para asegurar que no falte ninguna información.

Conclusión

La factura proforma es un documento esencial en el ámbito empresarial, especialmente útil en situaciones de negociación, exportación y para proporcionar al cliente una descripción detallada de los términos de la venta antes de realizarla. Su uso es frecuente en operaciones de importación y exportación, así como en la planificación de transacciones complejas que requieren una oferta previa.

Aunque no tiene validez fiscal, este documento cumple una función informativa y facilita el acuerdo preliminar entre las partes. Incluir todos los datos relevantes en una proforma, como condiciones de pago, impuestos y detalles del producto o servicio, es fundamental para evitar malentendidos y formalizar una transacción clara y precisa.

La factura proforma ayuda a las empresas a negociar con clientes, estimar los costes de transacciones y cumplir con requisitos de aduanas en el comercio internacional, por lo que su correcta elaboración puede ser una herramienta valiosa en la gestión comercial.

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